FÁTIMA - cuento horror real













Por Gastón Sibilla

Que haya sido cierto todo lo que Aurora contaba sobre Fátima carece de importancia, porque ahora lo importante es que todos, o casi todos los que se encuentran en la casa están convencidos, no solo de que aquellas palabras son ciertas, quieren impedir que esas predicciones se cumplan.
La noche en cuestión se desarrolla en una pequeña casa que se encuentra en el campo de una familia acaudalada del interior de la provincia de Chaco. El campo dentro de sus límites cuenta con dos construcciones, una, la más grande, es una estancia que los dueños del campo utilizan en las vacaciones, la otra, la pequeña, es en la que vive la familia que cuida la propiedad todo el año.
Hace aproximadamente cinco horas que el sol desapareció y todos rodean a Fátima que nada dice, ella nunca habló; al año que nació los médicos explicaron sobre su condición, cuando sus padres adoptivos la llevaron a control.
En silencio la niña observa a todos con sus cinco años encima, y las cuatro personas que están con ella la miran y discuten, gesticulan mientras hablan, y ella encuentra graciosos esos gestos y sonríe.
Al calor insoportable ni siquiera la llegada de la noche lo apaciguó y la presencia de los mosquitos torna a esa noche aún más insoportable para las cuatro personas que discuten.
Aurora ya dio su opinión, lo hizo hace bastante, desde la llegada de Fátima. Primero se lo conto a Jorge su marido, luego a los demás; él, Jorge, no esta de acuerdo, nunca lo estuvo y no puede creer que su mujer haya convencido a los demás de que hacer algo así sea correcto.
Tomás y Eugenia, por su parte, siempre tuvieron dudas pero los últimos acontecimientos fueron convenciéndolos de que lo que contaba Aurora era cierto.
Fátima los observa, no sabemos si ella logra comprender lo que ocurre, tendríamos que decir que no por sus pocos años de vida, pero realmente no lo sabemos.
-                     Lo soñé, antes de que llegue lo soñé y te lo conté. – Dice Aurora hablando a las demás personas y mirando a su marido.
-                     Por favor Aurora, vos y todos tienen que entender que no pueden hacer algo así. – Responde Jorge, que mas que enojado esta angustiado. Si bien en un comienzo sintió enojo, ahora ya se encuentra angustiado y desesperado por lo que escucha, realmente teme que lastimen a la niña.
Jorge vive con su mujer Aurora en la casa mas chica del campo, cuidan la propiedad que ahora pertenece a Tomás, hijo de los antiguos dueños, y Eugenia su esposa.
Aurora esta convencida de que tiene visiones que profetizan el futuro, toda su vida dijo que “nació con ese don”, su marido nunca dio importancia a sus dichos, pero ahora esta preocupado ya que Aurora logró convencer a Tomás y a Eugenia de lo que hace algunos años soñó.
A Fátima, la adoptaron los padres de Tomás al año de vida, unas semanas antes de que ella pase su primer fin de semana en el campo con su nueva familia, Aurora soñó algo terrible, algo que la alteró y que inmediatamente comunico a su marido, en ese entonces él no le presto atención, pero con el correr de los años, y al ver que su mujer se empecinaba en decir que lo que había visto era cierto comenzó a preocuparse, sobre todo cuando vio como fue convenciendo a las demás personas, especialmente a Tomás.
Ahora discuten, finalmente Aurora logró convencer a Eugenia como lo hizo con Tomás y los tres deciden como hay que deshacerse, usaron esa palabra “deshacerse”, de Fátima, Jorge ya no piensa en irse para no ser parte de esa idea absurda, ahora quiere llevarse a Fátima, quiere protegerla.
-                     Lo vi con claridad, y unos días después ella llegó. – Insiste Aurora.
-                     No voy a ser parte de esto. – Dice Jorge y se va, pensando en cómo hacer para llevarse a Fátima, acudir a la policía no puede, están muy lejos de la ciudad y quizás cuando lleguen sea tarde, piensa saliendo de la sala.
Nadie intentó detenerlo, era el único que impedía o podía impedir, que concreten su plan.
Escucharon cerrar la puerta sin moverse de sus lugares. En la sala, junto a Fátima permanecieron los tres, Aurora, Tomás que ya había elaborado un plan, y Eugenia que casi no hablaba y solo asentía a todo lo que su marido decía.
La llegada de Fátima traería consecuencias para la familia Anchorena, Aurora en sueños lo había visto y una serie de accidentes en los que fallecieron los padres adoptivos de la nena, para las personas que estaban en la casa eran la prueba, y querían evitar las nuevas desgracias que vendrían, sobre todo porque luego Aurora contó que en nuevos sueños todos los que vivían en ese campo o tenían alguna relación fallecerían repentinamente, todos salvo Fátima.   
Tomás había ideado el plan. Ahogarla, luego hablar con un amigo que trabajaba para la fiscalía, él no haría preguntas, les sería fácil convencerlo que había sido un accidente, de esa forma se deshacían de la niña y ellos podían permanecer tranquilos sabiendo que nada malo de todo lo que había pronosticado Aurora se cumpliría; claro que como algunos dicen lo que esta determinado a ocurrir no puede evitarse, y ni Tomás, Aurora, y mucho menos Eugenia, van a poder hacerlo.
-                     Vi varios accidentes en los que nosotros perdemos la vida, y les puedo asegurar que todo es culpa de ella. – Dice nuevamente Aurora señalando a Fátima.
-                     La ahogamos, lo hacemos pasar como un accidente y nadie se va a dar cuenta. – Vuelve a decir Tomás.
Los tres consideran que es un buen plan, y ahí están alrededor de Fátima que los observa y por momentos sonríe. Cuando se disponen a terminar con ella, a la habitación regresa Jorge con su escopeta, él sabe que no puede acudir a la policía ya que demorarían mucho en llegar hasta el campo, por lo tanto da una última advertencia, pide que dejen a la nena.
Todos discuten, se alteran, pero nadie cambia de opinión. Finalmente el sueño de Aurora se concreta, y Fátima se convierte en la única heredera de la familia Anchorena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...